La Prensa
John A. Bennett N.
Mayo 24, 2016
Decirle “no” repetidamente a un niño que no obedece ese concepto es sumamente contraproducente, pues le inculcamos el irrespeto a la autoridad. Es decir, que el “no” debemos usarlo con conciencia y prudencia, obedeciendo las leyes naturales de comportamiento e interacción humana, e incluso, la no humana. Hacer caso omiso al mandato del “no” debía resultar, ya sea en un simple regaño o escalar en la medida de la transgresión.